Fernando de Trazegnies: memoria, olvido, perdón y reconciliación (?)

Aparece un llamado al “rechazo” de la ceremonia que la Universidad, sus profesores y alumnos le prodigan a don Fernando de Trazegnies, por medio de tres tomos de homenaje con el sello PUCP y una ceremonia que se prevé grande (se realizará este jueves en el Coliseo Polideportivo).

La MD de la Federación de estudiantes convoca a dicho rechazo, vía facebook. La misma FEPUC -dirigida por Ricardo Sifuentes y Cía- que censura a diestra y siniestra y que opera sancionando a quienes la fiscalizan, poniendo de fiscales a sus amigos, y nombrando a ex fiscales como secretarios. La FEPUC de los pronunciamientos y de las buenas intenciones (para todos aquellos que no digan chus ni mus), ahora no encuentra mejor tema para ocuparse que generar el repudio y rechazo, sin razones claras de por medio (yo sé que se dirá, pero pido leer líneas abajo).

portada libro homenaje

El presente texto no trata de una defensa: de nada ni de nadie. No es un ejercicio retórico a favor de don Fernando (tampoco es que lo necesite). Se trata en cambio de buscar razones y de pensar críticamente las cosas, todo ello al calor del debate.

La censura pública y justificada a don Fernando es por su participación como ministro de Estado en las postrimerías del régimen de Fujimori, y las posteriores actuaciones –en esa cancha- que todos sentimos.

Del otro lado están las numerosas generaciones de estudiantes y profesionales que se han formado oyéndole pontificar con grandilocuencia sobre temas que van de la historia al derecho y de la filosofía al arte, sin escatimar paraderos, fuentes, referencias. Acompañan lo dicho su vasta producción académica.

El desempeño como hombre de Estado versus la trayectoria y obra de un hombre entregado a la Universidad.

Entonces, la FEPUC decide, enrostrando los hechos por todos conocidos, que aquella errada incursión en la política lo hace un indigno de todo reconocimiento y punto final. Luego las gentes empiezan a sumarse a la movida… así, sin que nadie se digne dar razones…-salvo honrosas excepciones-. Amén del mundo en blanco y negro.

Una de las primeras cosas que me deja un sinsabor es la vara que se ha fabricado para hacer las mediciones: ¿la participación en régimen como el de Fujimori es suficiente razón para ser un apestado por siempre, para la indignidad pública y social, para la destrucción de absolutamente todo lo demás?, ¿es razón suficiente para que con alegría declaremos la privación de cualquier homenaje y merecimiento?

¿Es posible escindir el ser político del ser social de un hombre?, ¿la obra académica de la acción política?, ¿siempre?, ¿en todos los casos?, ¿para algunos casos?, ¿no sabe/no opina?

Ahora, si estamos de acuerdo en que participar, servir a un régimen, a la corrupción, a la dictadura es siempre malo y execrable, no debemos someter a dicho escarnio, “rechazo” y “repudio” a todos los que configuren el supuesto, a todos los que hayan desfilado por allí, de modo público y tras bambalinas (creo que hay cierto coraje o consistencia –también estupidez, pero esto opera para ambos supuestos- en asumir públicamente algo: sea el fujimorismo, el chavismo, etc., etc., que la tibieza del anacoreta, del servidor de segundo piso, que defiende, levanta papeles, hace consultas, elabora defensas, corrompe almas y rompe manos, sin que muchos lo sepan pero sabiéndolo todos)…

Siendo consistentes, deberíamos elaborar la lista de los anales de la infamia e iniciar la gran cruzada cívica y moral contra todo aquel que apañó, sirvió, colaboró con el régimen (o es que el régimen no necesitaba de operadores que le dieran vida?, o es que esos técnicos no salieron de las universidades y con bastante entusiasmo de la nuestra?… o es que acaso esos mismos profesionales no enarbolan las banderas de la ética y el pundonor desde nuestras aulas, aprovechando nuestra ignorancia y la fragilidad del recuerdo. O estamos dispuestos a perdonar a unos y censurar a otros?, o es que esto funciona de cara a los reconocimientos?

No resulta eficiente elaborar ex ante una lista de todos aquellos a quienes no debemos permitir que se los homenajee, de modo tal que podamos siempre estar “atentos” y vigilantes”… no sea que se nos pase un pecador, un fariseo?

Quizá el tema estriba en que deben ser homenajeados en otra parte, el gran Raúl Vásquez dijo: en su casa o en el Club Nacional, quizá, tal vez, pienso, pero entonces, los afiebrados defensores de la democracia y las instituciones no deberían de pronunciarse igual y salir a tirar huevos allí, donde sea que se les celebre a estos parias del Estado Constitucional?

Me queda claro que existen hechos que no deben caer en el olvido y que debemos de ejercitar la memoria de modo tal que tales hechos no se repitan. Me queda claro que no se celebra a nadie por su participación en el régimen… lo que cuestiono es si dicha participación es o no lo opuesto a una patente de corso para la alegría, el reconocimiento y el homenaje.

En efecto, creo que antes de tirar insultos y demás, sería bueno también tirar razones, generar consensos. Conversaba hoy con el gran Omar Méndez, y veíamos como en algunos casos –me usaba de ejemplo mi gran amigo- es sumamente difícil disociar al político del académico, también aquello de la diferencia entre creer en algo o en alguien abiertamente, públicamente y servir timidamente detrás de escena; así mismo, en otros casos, el arte sobre pasa al artista (Borges quizá y sus coqueteos fachos, Macera, y para otros hasta Vargas Llosa)… y etc.

Esta es una oportunidad para volver sobre el tema, pero no desde el fanatismo, esto no puede volverse persecusión ni limitación sino caemos en el otro bando en las listas negras, en la intolerancia, pero si vamos decir algo, seamos consecuentes con ello. En lugar de adherirnos o no a una pseudo propuesta (lo único que propone es el rechazo, como si los estudiantes PUCP fueran rebaño) sobre si se debe o no reconocer su trayectoria académica, bien podía la Federación y cualquier otro foro, plantear el tema con seriedad y dando argumentos y no sólo señalando hechos. La cancha es bastante más grande, debemos abrir el debate, o como dice don Fernando «razonar discutiendo» (aquí entrevista completa)

Termino citando a Alexis Iparraguirre, profesor de Estudios Generale s Letras, quien inaugura los comentarios en el muro del evento de “rechazo” convocado por la FEPUC:

Lo curioso del asunto de Trazegnies es que, salvando las distancias (enormes), es lo mismo que el asunto Heidegger. Es decir, nadie puede negar sus innumerables aportes a la cultura intelectual jurídica del país su conocimiento de la doctrina y, raro para un abogado, de las artes. Como en el caso del filósofo alemán, su error es el de participar de un regimen nefasto y dar fundamento intelectual a muchos de sus despropósitos (un regimen, además, del que no necesitaba nada puesto que su situación personal era largamente cómoda). Como peruano, debo decir que me revolví con cada una de sus intervenciones en favor de la dictadura, pero cuando leo sus libros sobre el derecho en la colonia o su literatura no puedo evitar la satisfacción de encontrar, paradójicamente, una mente sensible, aguda y alerta, muy distinta del homogéneo garbanzal de mediocridad de fujimontesinismo. Me veo obligado a confesar que Trazegnies es un enigma para mi y condenarlo no me es fácil.

Más sobre el asunto:
OTRO EJERCICIO DE MEMORIA

EL NOBLE DE LA DISCORDIA

15 comentarios en “Fernando de Trazegnies: memoria, olvido, perdón y reconciliación (?)

  1. Opino de nuevo..
    Hace muy poco con motivo del Congreso de Derecho Civil realizado en AQP,pude conocer a Trazegnies..recordaba vagamente su intervención en el Gobierno de Fujimori, pero informándome pude esclarecer mis dudas.
    Mientras impartía su ponencia, pensé en retirarme del recinto, pero no pude; quedé encandilada con ella.
    Personalmente no apoyaría el «rechazo», no creo del todo que lo académico esté intrínsecamente ligado a lo político;creo que su producción es un acierto que de una manera puede subsanar? y perdonar su error..
    saludos de nuevo

  2. no loco. durante fujimori se aniquilaron las raíces necesarias para una sociedad próspera. ¿no ves que ni en la década de nuestro mejor crecimiento económico logramos avances en las condiciones básicas para la dignidad: educación, salud, servicios públicos? por fujimori y su gobierno. porque no les importó nunca un pito si el colegio que inaguraba tenía libros (¿de trazegnies?) o profesores. en villa el salvador en el 2001 el deporte de los escolares era escupir en la cara de los pasajeros de las combis, me parece que ese tipo de homenajes prolongan esos juegos-cultura y poder-.
    ykv

  3. Fabula indecente: el burro que le habla a sus orejar.

    Don Genaro, don Fernando, don Martín…
    Es realmente, curioso, como tu espíritu de arribo te gana las batallas, defiendes a mí entender lo que tristemente crees que es una conveniencia. Seguramente, algún día la pucp te hable te nombren profesor en derecho, no cabe duda k todo ese lobby que haces te dará un fruto fresco una cátedra en algún D-105.
    Ahora recuerdo cuando eras presidente de la fepupc: invitando a degustar una rica carapulgra en homenaje a fiestas patrias… sin duda la sazón de tu cocina no ha cambiado.
    Trazeging, merece el olvido de su propia vergüenza y el halago comechado de quienes como él le rinden tributo. Como político, fue un desastre, con académico hace poco escribió un articulo en Themis sobre como figuras tan arcaicas según él deben desaparecer del CC (lesión, excesiva honerosidad. Ect… como si la justicia de su filosofía nos mostrara su verdadera cara eficiente) y como persona fue un buen padre (sino pregúntemele a su hija que llegó a ser profesora en derecho).

    Que tal si la memoria te refresca en nuevos ejercicios retóricos http://www.desdeeltercerpiso.com/2009/07/otro-ejercicio-de-memoria/#comments

  4. ykv:
    tienes razón en eso que dices, porque fujimori condeno al atraso a muchos peruanos, pero tambien hizo algunas cosas, cosas en las cuales necesito gente preparada.

    yequi:
    no he leido lo mismo que tu, porque no veo que martín defienda al caballero de la orden de malta, creo que lo dice es lo opuesto que hay muchos otros con rabo de paja en la pucp, sea por fujimoristas o por velasquistas.
    y el link de godoy esta en el texto, dah.

    a todos:
    yo si pienso que una cosa es su obra y otra su participacion en la dictadura, no creo que haya estado bien, pero tampoco tapare el sol con un dedo.

  5. Pareciera ser que en las más hondas profundidades y fibras del espíritu humano existe no sólo eso que se llama «la tentación del abismo» sinó algo mucho menos poético «la tentación de la mierda».

    Pareciera que personalidades como Pablo Macera y Fernando de Trazgnies sucumbieron a su llamado: chapotaer en un pamtanal de excrementos, que eso fue, para cualquier espíritu elevado, el fujimorismo en el poder.

  6. martín,

    mejor míralo de esta forma: busca una persona que sí haya reflejado que la relación cultura-poder es capaz de construir algo mejor para la sociedad. eso daría riqueza a tu blog y ayudaría a cubrir el vacío que existe ahora con la palabra «homenaje».

    no busques luz en la oscuridad, no busques contraejemplos que ayuden a levantar la imagen de los que cayeron y arrastraron la historia de este asombroso país. al final, los premios no sirven para nada.

    hay que impedir -justo ahora- que juegues para el enemigo. no more.

    ykv

  7. El tema da para mucha discusión. Por cierto, según recuerdo, la Facultad de Derecho de la PUCP nunca condenó el golpe de Estado del 5 de abril, a pesar que uno de sus profesores (¡y antiguo Decano!) se encontraba privado de su libertad (Felipe Osterling). Y eso porque no pocos en la Facultad (profesores y alumnos) lo apoyaron, ya sea abiertamente o sin expresarlo públicamente (lean el editorial de Themis posterior al golpe y verán su sacada de cuerpo). Hasta donde sé, Trazegnies fue uno de los que mostró su indignación, y hasta renunció a la Comisión Consultiva de RR.EE. luego de la purga diplomática. Posteriormente, como tantos otros, se fue acercando al gobierno de Fujimori, al principio de manera soterrada, y luego de forma más manifiesta. Durante dicho régimen fue uno de los cinco integrantes del Jurado de Honor de la Magistratura (100% Derecho-PUCP), y a raíz del conflicto con Ecuador integró el grupo de personalidades que fue llamado para defender internacionalmente la postura peruana. Allí comenzó su interés por buscar una paz con el vecino del norte, y cuando Eduardo Ferrero renunció al cargo, asumió la cartera de RR.EE. y fue uno de los artífices de que se lograra dicha paz. Después de eso Trazegnies debió de haber renunciado, pero lamentablemente no lo hizo y ya sabemos como terminó la historia.
    Para algunos el caso de Trazegnies puede ser comparado con el de otro famoso profesor de Derecho de la PUCP, nombrado Profesor Emérito y a quien también el Fondo Editorial de la PUCP (presidido entonces Trazegnies) hizo un Libro-Homenaje: Héctor Cornejo Chávez. Cornejo fue mucho más controvertido (entre otras cosas, fue el ideólogo de la expropiación de los diarios durante el gobierno de Velasco), pero la Facultad quiso reconocer su faceta académica y su compromiso con la Universidad. Si así pasó con Cornejo, creo que no hay razón para que no pase lo mismo con Trazegnies. Incluso con mayor motivo.
    No hay que olvidar que quizás Trazegnies ha sido el profesor más brillante de la Facultad de Derecho de la PUCP en los últimos cuarenta años. No por nada es miembro de las Academias de la Lengua, de la Historia y de Derecho. Es además autor del libro más hermoso que ha publicado un abogado peruano: “Ciriaco de Urtecho, litigante por amor” (no digo que sea el libro más importante del Derecho peruano, pero sin duda es el más hermoso). Con tantas calidades es una lástima que “el marqués” (tiene título nobiliario, por si acaso) no las haya aprovechado para hacer una carrera académica más consistente. Tiene una obra valiosa, pero dado su talento uno podría esperar algo más.
    En cuanto a su labor propiamente universitaria, Trazegnies no ha hecho poca cosa. Fue uno de los “ideólogos” de la reforma de estudios de finales de los sesenta-comienzos de los setenta, y uno de sus más decididos impulsores. Posteriormente, fue elegido Decano (diciembre 1976) en uno de los momentos más difíciles de la historia de la Facultad, cuando ésta se encontraba dividida por graves conflictos internos, y se encontraba acéfala por la renuncia del anterior Decano, Carlor Rodríguez Pastor, en julio de 1975. Ejerció el cargo hasta junio de 1987, y aunque uno puede hacer críticas justificadas a ciertos aspectos de su gestión, lo cierto es que bajo su conducción la Facultad alcanzó un enorme prestigio, que no se condecía con la precariedad de sus instalaciones materiales.
    Sus últimos meses como Ministro de RR.EE. fueron penosos, ya que tuvo que ser quien dio la cara ante la comunidad internacional en la fase de descomposición del régimen. Luego de la fuga de Fujimori fue separado del estudio jurídico que había fundado y tuvo que demorar su reingreso a la docencia debido a la oposición de los estudiantes. Así que podríamos decir que a diferencia de muchos otros que terminaron pasando piola (¿Beatriz Boza? ¿Felipe Ortiz de Zevallos? ¿Alfredo Bullard? ¿Augusto Alvarez Rodrich? ¿Rosa María Palacios? Pongan los nombres que quieran) Trazegnies pagó por su discutida actuación.
    Regresando al Libro-Homenaje, conozco gente que está en desacuerdo, así como conozco a gente que a pesar de aborrecer del fujimorismo lo considera bien merecido. Yo me encuentro en ese segundo grupo, aunque respeto a quienes difieren de mi opinión. Solo espero que la ceremonia no se vea empañada por los detractores, porque sería una muestra de intolerancia y descortesía inadmisibles en una institución educativa como la PUCP.

  8. de taquito reboto esto del blog de Godoy, algo que decir? preguntale a tus amigos.

    Godoy!, cuál es el crimen de De Trazegnies? el haber participado del gobierno de Fujimori?? o el no haberse “convertido” a tiempo???, hay muchos fujimoristas conversos en derechohumanistas de los cuáles no dices nada y a los cuáles siempre les paras reventado cuetes: ahí tenemos a Alvarez Rodrich (quien no hablaba de “dictadura” cuanto trabajaba en una reguladora en los 90s), a Rosa María Palacios (ex-asesora de Pandolfi y ex-colaboradora de la campaña de Hurtado Miller), Beatríz Boza (ex-jefa de INDECOPI y ahora una de tus profesoras de la PUCP más admiradas) y Beatríz Alva (ex-vice-ministra de trabajo, ex-congresista fujimorista).
    Parece que si un fujimorista se vuelve un culposo derechohumanista, y sigue el repertorio que les imponen ustedes los caviares ahí sí le perdonan su pasado.
    De Trazegnies tiene un sólido prestigio como jurista e historiador, sobre su paso por la política….mira si a cada intelectual le vas a enrostrar su pasado político, sería bueno que empieces por esos derechohumanistas que sirvieron a la dictadura de Velasco en los 70s o que eran furiosos comunistas (con viaje a Cuba incluído) en los 60s y 70s.

  9. Definitivamente nadie es perfecto en la vida, y con esta premisa no pretendo defenderlo tampoco cuestinarlo a Fernando De Trazegnies. La historia lo juzgara, pero que duda cabe que este hombre con una mente sensible, versatil y aguda en el mundo del derecho a contrubuido y su enseñanza a queda impregnada. Todos cometemos errores y espero que su error político de Trazegnies no extinga su reconocimiento como brillante académico.

  10. Vi la entrevista que le hicieron en canal N, y se le vio orgulloso de haber participado en el gobierno de fujimori, sobre todo como negociador eficaz en la paz con el ecuador y resolver algunos puntos pendientes del tratato de 1929 con chile, el peru le debe mucho a este gran intelectual, sus detractores no le llegan ni a los talones. Es facil desde una computadora darse de puro, inmaculado, paladin de la democracia y lanzar insultos a cuanta persona destaque. Trasegnies resolvio el poblema limitofre con el ecuador no resuelto en decadas por los «democratas inmaculados»

  11. El homenaje fue apoteósico tan vez comparable con el que recibieron en los dos últimos años Jorge Avendaño y Felipe Osterling, dos democrátas a carta cabal.
    La decisión de Trazegnies, en términos políticos, fue terrible. Creo que, como Macera, aunque por diferentes razones, nunca creyó que la democracia y los derechos humanos funcionaran en el Perú. Si bien, en el campo de la diplomacia internacional, se las jugó por la paz.
    Su contribución académica, por otro lado, sin todo el reconocimiento internacional que otras personalidades peruanas (también del Derecho) gozan ahora, a saber, Carlos Fernández Sessarego, Carlos Ramos, Alfredo Bullard, César Landa, Domingo García Belaunde ha sido fundamental.
    El mundo académico del Derecho tenía, en ese sentido, una deuda con Trazegnies. La PUCP la ha pagado con creces.

  12. No conozco personalmente a Fernando de Trazegnies, pero pienso que no merece un reconocimiento público por parte de la PUCP por los siguientes motivos:

    1) En primer lugar quien colaboró de manera tan estrecha con la corrupción y el autoritarismo EVIDENTES del gobierno de Fujimori no merece el homenaje de una institución que promueve principios éticos, democráticos y tolerantes.
    2) En segundo lugar, después de leer la entrevista que le hacen mi impresión acerca de este académico se consolidó. Si bien queda claro que es una persona que ha contribuido a la producción intelectual nacional es indudable que es un mal mentiroso y un gran hipócrita. Me pregunto: ¿Como puede una persona cuyo principal rasgo, de acuerdo a sus propias palabras, es la curiosidad, no haberse dado cuenta de lo que ocurría durante el gobierno de Fujimori? Posteriormente se declara, algo así como un retrasado mental en materia política. Y finalmente afirma que Fujirmori le caía muy bien. Da bastante pena que una persona tan «inteligente» esgrima argumentos tan endebles. Es evidente que su curiosidad o su interés consisten más bien en cuidar y resaltar su imagen pública.
    3) Pienso que para ser homenajeado por una institución educativa uno debe haber llevado una vida pública intachable, coherente y transparente. Ese es el precio del reconocimiento social consensuado y mayoritario. Es evidente que el homenajeado en cuestión no cumple con tales requisitos, por lo que dicho homenaje contribuirá más bien en debilitar la imagen de la PUCP.
    4) Finalmente si De Trazegnies quiere ser homenajeado, sus familiares, amigos y colaboradores debieron organizarle uno en su auditorio favorito y a través de una editorial independiente, pero sin utilizar el nombre y las instalaciones de una institución que, en principio, promueve conductas, valores e ideas muy distintas a las practicadas por el homenajeado. Este es uno de los tantos ejemplos de la mediocridad de nuestra clase dirigente en donde la simpatía personal prima sobre los principios institucionales. Una pena para la PUCP.

  13. A don Fernando es necesario hacerle varios juicios, 1) político, si bien, no fue visto adecuado ser Ministro de Fujimori, si bien fue un erro de su persona, pero hizo mejor que todos, «la paz con Ecuador», como han dicho, otros, hubiesen mantenido el problema para fines económicos. La venta de armas. Otros hubiesen vendido parte del Perú como Augusto B. Leguía que entregó Leticia y permitió la masacre de los campesinos de la selva, sobre esto, nadie ha dichos nada, a pesar de que Vargas Llosa ha denunciado, prácticamente, en el SUEÑO DEL CELTA, 2) en cuanto a la Historia del Derecho Peruano, nadie o pocos han estudiado, Fernando sí estudió, es un ejemplo a seguir, a la fecha ¿cuántos intelectuales críticos estudian la historia del derecho peruano?, 3) No se debe mezclar solamente juzgar por el aspecto político, es conveniente juzgar por la mejor obra, por la paz, por lo que hizo a favor de la intelectualidad jurídica, y por lo que significa en ese campo, creo que nadie le ha salido al paso para ser mejor.

  14. un día fuí a observar de que se trataba esta universidad y me encontré con actitudes, rostros y modales, para mí decepcionantes, por lo esperpénticamente burgueses, mezclado todo con aires ridículamente izquierdistas, no me interesaron los precios, sólo me gravé en la mente, el ambiente espesamente decadente de la mezcla que vi en personalidades como la de los futuros protagonistas del acontecer noticioso de estos tiempos de ideologías de género, tales como Rospulgoso o Mariella beiby, imagínense, quedé decepcionado para mi elección y tuve que buscar otro lugar donde poder entender la política peruana.Amén

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